Sorprendentemente la comunidad de psicología y pedagogía apoyan en gran
medida programas de tv infantiles que denigran y subestiman la capacidad
intelectual y de aprendizaje de un niño, estos programas con un formato muy
similar donde los personajes principales rompen la cuarta pared para pretender
que el infante frente al televisor responda cuestiones que asta en obviedad los
mismos pequeños encuentran desesperantes y sobre todo tontas,
independientemente de la edad,le pese a quien le pese.
Experimentalmente a lo largo de ciertos años de mi vida e convivido con
niños desde su nacimiento asta ya edades de doce y trece años, por lo tanto
dentro de esa convivencia aplicaba sintonizar estos programas por prescripción
de sus padres, pero lo único que estos lograban era mantener calmada la
hiperactividad de los pequeños durante el rato que duraba el show, pero sin
tener una ganancia cultural e intelectual plausible en las mentes de cada
enano, donde el aprendizaje observado en los niños no provenía de dichos
programas si no de otros medios que si lograban captar su atención y dinamismo
de una manera inconsciente, aprendizaje en campo y adaptativo, si es que existe
esa palabra, pero eso es lo de menos.
Como bien mencione a modo de experimento, logre captar la siguiente
conducta en los pequeños, padres, y compañía cercana al momento de interactuar
con dichos programas de televisión, inconscientemente los niños repiten las
instrucciones y respuestas apresuradas de los personajes escondidas tras un mod
del "Tu eliges que hago ahora", sin importar que elija el pequeño la
respuesta siempre será la misma, y el pequeño desconocerá siempre el por qué,
pero inconscientemente el retendrá que es así solo por qué un personaje le
indicó que es así, el enano entablará erróneamente la idea de que así será en
cada cuestión que se haga y se le haga a la hora de aprender algo generando una
incapacidad de criterio propio y real, los padres elogian a su hijo cuando
responden correctamente al personaje, mejor dicho cuando repiten la respuesta
implantada, lo hacen por qué a si mismo los padres pretenden que ese es el
medio por el cual aprenden realmente algo mientras se mantienen ocupados frente
al televisor, mismo patrón que se repite con quien esté cercas de ellos en ese
instante, bruscamente es como cuando a un cachorro le dices que te de la pata,
y tú le das una golosina si lo hace, el cachorro al saber que recibirá una
golosina cada vez que le de la pata a su dueño cuando este se lo pida, lo hará
de manera inconsciente por obtener la golosina pero sin saber realmente el por
qué tiene que dar la pata o incluso lo que su dueño le dice cada vez que lo
hace, en otras palabras subestimas su inteligencia pretendiendo que realmente
aprende algo.
pero qué pasa cuando el pequeño por iniciativa propia rompe esta barrera
quebrantando el sistema impuesto, la ironía es que siempre lo hacen pero los
padres no lo captan, los niños se cuestionan todo, pero pretendemos contestando
con la idea en mente de que es un niño y solo eso, generándole más dudas sobre
el proceso e inventando respuestas aún más que divagantes que dar una
explicación certera y real.
Seis de los seis niños con los que conviví reaccionaron de igual forma
ante estos shows educativos, y lo ejemplificare para efectos de exposición,
digamos que tenemos un show, llamado "Nora la Observadora", en cierta
parte del show le pregunta al espectador que herramienta debe de usar para
resolver cierta problemática, dandole al televidente de entre tres opciones,
estos seis niños eligieron una cuarta opción, la de no elegir ya que al final
Nora termina eligiendo siempre y diciendo que el público es quien escogió, no
sólo por eso decidieron eso, si no por qué la problemática planteada podía
resolverse sin necesidad de usar herramienta alguna, Nora te podías ahorrar 30
minutos inútiles de programa.
Dinámicamente los padres creen que los elementos básicos, números,
colores, idiomas, son aprendidos fácilmente por estos medios, pero de manera
práctica los niños aprenden en tareas de campo, y como un buen chiste de Franco
Escamilla, su lógica se desprende de lo fantasioso a lo plenamente consciente,
un niño puede jugar con otro a que un área de juegos en un parque es una
estación espacial futurista y que ellos son robots con poderes de los cuatro
elementos, dales un tópico como este y lo creas o no, solo obsérvalos
interactuar y la señorita Nora y sus amigos queda obsoleta por completo, más
aún los seis niños que mencioné antes aprendieron más de leyes de la física con
los Myth Busther que conceptos básicos en una temporada con Nora.
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